martes, 15 de febrero de 2011

CEREMONIA DE RECONOCIMIENTO

Del libro EL MENSAJE DE SILO, la ceremonia de reconocimiento:

Reconocimiento

El Reconocimiento es una ceremonia de inclusión en la Comunidad. Inclusión por experiencias comunes, por ideales, actitudes y procedimientos compartidos.

Se realiza a pedido de un conjunto de personas y luego de un Oficio. Quienes van a participar deben contar con el texto escrito.

Oficiante y Auxiliar de pie.

Auxiliar: La realización de esta ceremonia ha sido pedida por aquellas personas que desean incluirse activamente en nuestra Comunidad. Aquí se expresará un compromiso personal y conjunto para trabajar por el mejoramiento de la vida de cada uno y por el mejoramiento de la vida de nuestro prójimo.

El auxiliar invita a quienes desean dar testimonio a ponerse de pie.

Oficiante: El dolor y el sufrimiento que experimentamos los seres humanos retrocederán si avanza el buen conocimiento, no el conocimiento al servicio del egoísmo y la opresión.

El buen conocimiento lleva a la justicia.

El buen conocimiento lleva a la reconciliación.

El buen conocimiento lleva, también, a descifrar lo sagrado en la profundidad de la conciencia.

Auxiliar (y conjunto de quienes testimonian, leyendo):

Consideramos al ser humano como máximo valor por encima del dinero, del Estado, de la religión, de los modelos y de los sistemas sociales.

Impulsamos la libertad de pensamiento.

Propiciamos la igualdad de derechos y la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos.

Reconocemos y alentamos la diversidad de costumbres y culturas.

Nos oponemos a toda discriminación.

Consagramos la resistencia justa contra toda forma de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual, psicológica y moral.

Oficiante: Por otra parte, así como nadie tiene derecho a discriminar a otros por su religión o su irreligiosidad, reclamamos para nosotros el derecho a proclamar nuestra espiritualidad y creencia en la inmortalidad y en lo sagrado.

Nuestra espiritualidad no es la espiritualidad de la superstición, no es la espiritualidad de la intolerancia, no es la espiritualidad del dogma, no es la espiritualidad de la violencia religiosa; es la espiritualidad que ha despertado de su profundo sueño para nutrir a los seres humanos en sus mejores aspiraciones.

Auxiliar (y conjunto de quienes testimonian, leyendo):

Queremos dar coherencia a nuestras vidas haciendo coincidir lo que pensamos, sentimos y hacemos.

Deseamos superar la mala conciencia reconociendo nuestros fracasos.

Aspiramos a persuadir y a reconciliar.

Nos proponemos dar creciente cumplimiento a esa regla que nos recuerda “tratar a los demás como queremos ser tratados“.

Oficiante: Comenzaremos una vida nueva.

Buscaremos en nuestro interior los signos de lo sagrado y llevaremos a otros nuestro mensaje.

Auxiliar (y conjunto de quienes testimonian, leyendo):

Hoy comenzaremos la renovación de nuestra vida. Empezaremos buscando la paz mental y la Fuerza que nos dé alegría y convicción. Después, iremos hasta las personas más cercanas a compartir con ellas todo lo grande y bueno que nos ha ocurrido.

Oficiante: Para todos Paz, Fuerza y Alegría

Auxiliar (y todos los presentes):

También para ti Paz, Fuerza y Alegría.

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